domingo, 31 de octubre de 2010

Nueva ministra

Soy de las que acostumbro dar un margen de confianza, sobre todo cuando no me queda más remedio. Quiero decir que nombran nueva ministra a una señora a la que insultan nada más llegar y, como tampoco tienes más opciones, la das el voto de confianza; si a esto añades que ha descabalgado a otra ministra que no me hacía mucha gracia (vean posts en este blog) pues, hala, como que te pones de su parte y todo: "A ver qué hace esta, ¿aumentará la plantilla de médicos, nuevos centros de atención primaria, reducirá las listas de espera, más camas hospitalarias, nuevos tratamientos, incluirá la buco dental y me pondré empastes en estas caries que parecen el Cracatoa?". Y va y lo que hace es lo ya criticado (incluído el Partido Socialista) a la consejera local, la Kutz, y que, para más inri, lo ha dejado por el camino, quiero decir que ya no te da la facturita. Claro, lees que el primer sitio en aplicarlo es un hospital en Marbella y piensas: "Eso, que se enteren los ricos de lo que vale el tratamiento para las ladillas", pero creo que los ricos no van por la seguridad social, y como que les va a dar igual, darán la factura a la secretaria para que la procese en la trituradora.
Conclusión: que si no lo pasas suficientemente mal con el cáncer de ovarios, a la salida del hospital, si no te quedas por el camino, te dan la factura de tu carísmo tratamiento quimioterápico y de la extirpación de lo que sea, pongamos las trompas, el apéndice o unas mamas. Te quedas encantada en medio de la depresión post tratamiento: "Cómo man tratau y qué caro todo, la próxima les voy a decir que no me pongan tanta radiación, que al precio que va, y mira que le dije a la enfermera que ya me habían sacado sangre ayer, que era un derroche, no sé para qué tanto análisis."
Leire: te voy a dar una idea que, lo reconozco, no es mía y que tampoco sé si corresponde a tu ministerio, pero que igual la puedes comentar en el Consejo de Ministros y a alguien le parece estupenda: De cara a las elecciones nos mandais la factura de lo que nos costais los políticos, no sé, con el programa electoral, o en la mesa de votaciones en el propio colegio, o en mano de los responsables de muestreo: un folletito colorista con un mensaje sencillo, que no somos de leer mucho, tipo: "Ciudadano, ciudadana, gracias por tu voto; el coste en sueldos e infraestructuras de representantes políticos nacionales, autonómicos y locales es de X millones, de los que has aportado X euros, a ver qué te pensabas. Hasta la próxima consulta."
La sanidad mete el bisturí sin anestesia: Las reducciones de personal obligan a cerrar quirófanos y suprimir servicios - Los responsables sanitarios retrasan los pagos a sus proveedores hasta 300 días

Víctimas de sacerdotes pederastas marchan al Vaticano


Víctimas de sacerdotes pederastas marchan al Vaticano
Aproximadamente 50 estudiantes de un instituto católico para los sordos en Verona, Italia, se unieron a la protesta. El Vaticano se negó a permitirles reunirse en la Plaza de San Pedro.

10:9 No lleven encima oro ni plata, ni monedas de cobre en su cinto,
10:10 ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.

http://www.elnuevoherald.com/2010/10/31/829457/victimas-de-sacerdotes-pederastas.html

viernes, 29 de octubre de 2010

Días imposibles

¡Me duele más que a tí tener que cruzarte la cara!. ¿Les suena?. "Me ha dolido votar que no", leo que afirmó Ángel Arrondo, a la sazón concejal y portavoz del Partido socialista en Barañain, al rechazar La propuesta del edil de IU, Miguel Ángel Aizkorbe, que pedía al Consistorio que se sumase a la conmemoración del centenario de su nacimiento, que impulsara actividades encaminadas a dar a conocer su vida y obra, que apoyara las que realizan las distintas instituciones culturales en la ciudad, así como que apoyara a la familia, instituciones y asociaciones, en su petición ante el Tribunal Supremo, para que se revise su proceso penal y se anule definitivamente su condena.
De los otros grupos, de la derecha, no se puede esperar otra cosa, hasta ahí llego, pero como reconozco mi burrez, no entiendo la postura del PSN. Por eso, señor Arrondo, yo le agradecería muy mucho que me explicara su dolor y su negativa. De verdad, sin acritud. Es que no le entiendo. Y mira que soy comprensiva, porque yo también acostumbro ponerme una pinza en la nariz cada vez que voto, que no crea que no es un esfuerzo no dejarme arrastrar por la náusea y refugiarme en el absentismo, quiá, que ustedes se olvidan con enorme facilidad de lo que proponen, lo que hacen, lo que dicen que piensan y lo que descubrimos después en su quehacer.
El pasado 16 asistimos al concierto de Serrat en el Baluarte: Hijo de la luz y de la sombra, canciones compuestas con textos de Miguel Hernández, una gloria de espectáculo que me emocionó hasta el llanto. No sé si usted lo vió. Me gustaría que lo hubiera visto, sinceramente, porque ví a políticos de la derecha pululando por la sala, claro que nunca sabes los motivos reales de la participación en estos eventos sociales. Igual sólo esperaban corear "Mediterráneo", vete a saber. Me gustaría conocer su opinión, saber si tiene aficiones culturales o pertenece a esa casta de políticos (?) que sólo van cuando toca dejarse ver, o dicen que son leídos a entrevista con preguntas previas. Créame son infinidad, tantos que, finalmente, aceptamos ignorancia como animal político.
No entiendo qué hay de malo en la propuesta al Pleno, lo repito, y sí me planteo qué hay de malo en su votación, en su rechazo, en su "no", por eso le reitero mi pregunta, sin tapujos: ¿por qué no?; ¿por qué vota, como parece, contra su voluntad?; ¿qué hay más fuerte que la voluntad de una persona?. Para ayudarle voy a pronerle esta reflexión que, quizás, le ayude a comprender por qué unos perduran en nuestra memoria y otros pasan al olvido con la celeridad de la legislatura:
Hoy nos hemos despertado con la noticia del fallecimiento de Marcelino Camacho, un gran hombre, un gran sindicalista, un gran político, un líder. En su capilla ardiente una foto de grandes proporciones de este ser inolvidable y una frase enorme: Ni nos domaron, ni nos doblaron, ni nos van a domesticar.

jueves, 28 de octubre de 2010

Malestar social


Corríjanme si me equivoco, porque esperaba una reacción algo más contundente a la noticia: El juez atribuye la baja de una trabajadora a la tensión por los cambios 'a dedo' en Bienestar Social. La vincula al "grave conflicto laboral" de 2008, tras el reajuste que UPN hizo en el área y que supuso la destitución de tres coordinadores del área, entre ellos la afectada, para poner a dedo a dos subdirectores afines. El TSJN, que ratifica otra sentencia de mayo, dice que el trato a la funcionaria "puede afectar a la integridad psicológica" .
La cuestión es que ha pasado una semana desde que apareció publicada y no he leído nada más. Ni grupos políticos, ni sindicatos, ni medios de comunicación han demostrado más interés en el tema.
Es anacrónico que un departamento denominado "Bienestar Social" reciba un varapalo judicial de este calibre y es alarmante que no tenga mayor repercusión, ni se pidan explicaciones, ceses, dimisiones y lo que sea menester. Todo sigue igual. Y eso que estamos en plena precampaña electoral, con presentación de candidatos y parafernalias varias. Luego nos harán propagandas biempensantes, igualitarias, emotivas, mientras leemos noticias sobre el retraso en el reconocimiento de la dependencia. No es sorprendente la campaña de acoso al funcionario, parece que todo vale y a nadie importa. Se ha buscado un chivo expiatorio casi perfecto, auténtico maquiavelismo, pero no olviden a Niemoller: Primero vinieron a por los comunistas, Y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron a por los judíos, Y yo no hablé porque no era ...

miércoles, 27 de octubre de 2010

Currito Jiménez


Me crucé en la escalera con el vecino policía, en mi comunidad tenemos de todo, y le pegué el repaso de rigor valorando sus anabolizantes, esteroides y demás hormonas con las que se hace el cuerpazo a medida. En esas va y le suena el telefonino y me quedo como en déjà vu y agarrada al pasa manos. ¿Y eso? le pregunto, me suena esa música. Como le acababan de comunicar que le quitaban un día de fiesta me contestó de mala leche: "Es la sintonía del Curro Jiménez, que nos la estamos poniendo de politono para que no se nos olvide quiénes son los bandoleros que nos mangonean en las leyes. Hasta las elecciones y más allá". E hizo un gesto como el del buzzlightyear y me quedé pasmada como el squeeze, deseando gimotear: ¡me ha elegido a mí!. Que me sé la peli de cuando éramos pudientes e íbamos al cine con el niño. ¡Qué tiempos, que hasta comíamos palomitas!.
Como no estaba dispuesta a perder una oportunidad, le dije que me la pusiera, que soy muy solidaria y yo también quiero llevarla. Le pedí el número de teléfono y me dijo que no, que me la pasaba por bluetooth, así que le dije que ya le daba mi número, y él que nada, que por el bluetooth, y yo que me hice la tonta y que no sabía encender el cachivache, que me lo toquiteara él, y me lo cogió, con esas manos de trincar chorizos que tiene, y se encendió, el bluetooth, y me metió la sintonía y me la puso por defecto. Yo encantada, como una boba, y como una lerda sigo con el Curro sonando cuando me llaman, que el de la regulación ya me ha interrogado a ver qué ha sido de La Internacional, que ya le he dicho: "chico, no sé qué hago con los dedos, que me meto por los menús y cambio las cosas sin darme cuenta, ya me toquitearás tú". Como siempre, vamos.

domingo, 24 de octubre de 2010

Cu y ni y lin y gus


Miren, como les supongo más que enterados del cisco que se ha montado con los comentarios del alcalde de Valladolid sobre la ministra Pajín, no abundaré en el tema. Ya está. Si es que lo han dicho todo. Lo que tengo que confesar, porque me da la gana, naturellement, es que he hallado una variable en mis neuras. Asómbrense si creían que no era posible.
Cuando leí la noticia y descubrí la profesión del ínclito, me volví a preguntar qué tendrá la medicina para que la abandonen tantos en pos de la política, pero no contenta con esa profunda irreflexión, me imaginé al ginecólogo atisbando entre tan ilustres entrepiernas y me empecé a poner burraca, y eso que el ínclito no entra en los parámetros estético secuales que me hacen perder la escasa razón que me adorna. Total, que te pasas media vida preguntándote por lo que le transitará por la mente al que te inspecciona la joya de la familia y, mira tú por donde, es lo que te imaginas. Pues hala. Ni corta ni perezosa llamé al colegio de médicos de Valladolid para interesarme por la consulta de ese ilustre profesional y pedir cita. Mi decepción no tenía límites cuando me dijeron no sé qué de la incompatibilidad del cargo y otras zarandajas. Yo le dije a la telefonista: mire, lo que quiero es que valore en su justa medida mis labios: los mayores, los menores y los de la boca, y cuando estemos en plena revisión, zas, pillarle la cabeza con los muslámenes y exigirle una inspección a fondo. Así se lo solté. Con claridad meridiana. Me colgó después de decir algo que no quise entender. Soy muy selectiva en lo que entra por mis oídos. En resumen, que se lo resuman ustedes mismos, que ya me han entendido. ¿O no?. Porque, a ver, los tíos no dicen aquello de chúpame... y tal cual, ¿por qué pues, en aras de la igualdad, no podemos decir nosotras lo mismo?.
¡Qué ordinaria! <;)

viernes, 15 de octubre de 2010

¡Viva Chi Chi Le Le!

¡Enhorabuena, mineros!, ya salieron de las entrañas y su encierro. Nos enteramos de sus intimidades y vimos a políticos en el circo mediático montado a costa de su sufrimiento. Tal vez sigan vendiendo sus vidas en realitys a precio de oro. Tal vez salgan de la miseria. ¿Y lo demás?. ¿Qué queda cuando se apagan los focos, cuando se baja el telón, cuando se desmonta el decorado?: Las paredes desnudas del escenario, las paredes de los cerros, las paredes de la boca del agujero de la tierra, la que nos engulle a todos, incluídos los calcetines de la NASA para proteger sus pies de los hongos, esos calcetines que no tenían antes de quedar atrapados. No más.
La bandera es un calmante, canta Violeta Parra, el pueblo amando la patria y tan mal correspondido. Afirmo, señor ministro, que se murió la verdad. Los niños andan con hambre, les dan una medallita, o bien una banderita:

domingo, 10 de octubre de 2010

viernes, 1 de octubre de 2010

Y a continuación, la actualidá internacional


SOSPECHA: Por otra parte y según informaciones periodísticas de Quito, el Ejército ecuatoriano, de acuerdo a lo dispuesto por el Estado de Excepción, debía salir a las calles para encargarse de la seguridad del país pero los uniformados se mantenían en los cuarteles, supuestamente organizándose para salir. "Estamos esperando para salir, nosotros queremos que el Presidente se quede, pero primero queremos que nos garanticen que nos van a arreglar lo de los sueldos de los capitanes, mayores y suboficiales, ahí sí vamos a salir a las calles", dijo a la prensa un capitán que prefirió el anonimato. Después de negociar los beneficios, el ministro de Defensa, Javier Ponce, aseguró que el Presidente se comprometió personalmente a pagar el dinero adeudado a quienes poseen estos rangos dentro de las Fuerzas Armadas y que el arreglo involucrará un pago retroactivo de lo que deberían haber recibido desde hace dos años. Posteriormente los militares tomaban las calles.

El día de la huelga


Sé que a ustedes les importará un pepino, pero estoy empeñada en contarles cómo transcurrió nuestra jornada de huelga.
Como no ignoran, en nuestra casa nadie pega un palo al agua, afortunadamente vivimos de los ingresos del de la regulación; el niño lo hace de las donaciones de los papás de su partner, mientras hacen como que estudian. En fin, una cómoda situación económica, envidia del vecindario, a consecuencia de la que debatimos profundamente en el lecho antes de roncar, sobre la conveniencia de adherirnos a la huelga. Yo dije que ni cocinaba ni fregaba y él que no se pensaba levantar de la cama, donde iba a contribuir a falsear los datos del consumo eléctrico encendiendo la televisión todo el día. Del niño no sabemos nada, que ya saben que no nos dirigen la palabra desde la navidad. Espartanamente me puse el despertador a las siete, que no son horas, para bajar como una loca a por el pan, los periódicos y la leche, el orden de factores no altera que añadiera una ensaimada para el camino. Todo tiene un precio. A la hora señalada me di la vuelta en la cama y sondeé las posibilidades de que no bajara yo a por los víveres, pero no las hubo, las posibilidades, así que me lancé a la calle como de costumbre: sin arreglar. ¿Para qué a esas horas?. Ya en el descansillo me alarmó el silencio reinante, y al bajar con sigilo y sin arrastrar el carrito de la compra para evitar que me increpara el vecindario tachándome de esquirola, me llevé la sorpresa de que andábamos todas igual. Poco a poco coincidíamos en el portal con la insana intención de aprovisionarnos antes de que los piquetes chaparan las tiendas. Sorprendidas unas a las otras empezamos a debatir sobre el frío que hace ya a la noche, y el por qué no le daban un calentón a la calefacción. Con mi prudencia habitual me limitaba a asentir a las quejas sobre el administrador y el presidente del portal, que nos tienen martirizados (ahí la radical dijo algo sobre la tortura) y sobre las ventajas que tienen los servicios individuales sobre los colectivos, y ahí la de enfrente me lanzó la puya: "claro, si los puedes pagar, que algunos viven de los demás". No quise darme por aludida en la morosidad y guardé silencio con dignidad, mientras mi mirada lanzaba veneno directamente a sus ojos con lentillas coloreadas, que hasta en eso es falsa. Una dijo "hay que hacer algo" y yo animé "a la huelga, boicot, alguien tiene que pagar" y blandí el carrito como si fuera un tridente, siendo secundada por todas y armando la algarabía en el portal. Como nos habíamos cerrado las puertas de otra salida menos digna, volvimos a nuestros pisos chillando y protestando contra el Gobierno y sus recortes.
Cuando cerré la puerta, el de la cama dijo: "qué pronto has vuelto, ¿has traído el diario?". Rabiosa perdida no le contesté y me abalancé a la ventana de mi cocina, desde la que espío el parque y los padres primerizos, y allí pude ver cómo un piquete le jaleaba al panadero que echaba la persiana.
- ¿Que no me has oído?, dijo el de la cama, ¿que si has subido el pan?.
- ¡Y una leche!, bramé, ¡el panadero está de huelga!.
- ¿Y qué vamos a comer hoy, reina?.
Tardé en contestar que nada, no quería que se notara que me estaba trajinando el último yogur del frigorífico. Luego, arrebujados en el edredón, vimos las imágenes del centro, lleno de policías repartiendo a diestro y siniestro y con todo el comercio abierto. Daba gusto. Es lo que tiene vivir en la periferia, que te marginan aunque no quieras, como que estás obligada. Siempre pagamos los mismos.
 
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