Los catorce de Iñaki

Sant Jordi

Sin (más) palabras

¡Huelga!

Sí, soy insolidaria, egoísta y todo lo que ustedes quieran, que tendrán razón. Compréndanme. He leído que los carteros rurales se levantan en huelga, en legítima reclamación de sus derechos, los días de la campaña electoral, y no he podido reprimir un: ¡Olé, a ver si se les adhieren y solidarizan los carteros urbanos!.

¿Y a esta qué la va ni la viene? se preguntarán con razón. Ya lo he dicho: el puritito egoísmo. ¿Se imaginan ir al buzón y encontrar nada, y nada es ausencia de facturas, de extractos de movimientos y, sobre todo, folletos publicitarios de los partidos políticos varios que concurren a las elecciones autonómicas y municipales?. ¡Qué placer dejar de ver los llamativos colores, las frase huecas (Por tí), los caretos de las-los candidatos y las listas de elegibles con su sobrecito!.

No sé de quién habrá sido la idea, pero temo que estas reivindicaciones laborales no van a encontrar mucho apoyo popular, cuando menos hasta el 23 de Mayo y ya haya pasado la vorágine de la urna. Será la monda recibir de golpe y con retraso toda la publicidad partidista. Quien sabe, tal vez hasta la lea. Aunque dudo que consiga encontrar algo de interés, sí, porque me importa una higa el patrimonio de los candidatos, que con eso no me demuestran nada, lo que quiero es saber qué van a hacer con los impuestos, con el paro, con las infraestructuras y con sus sueldos y privilegios. Que se lo fundan en los baretos o en apartamentos de la costa me da igual, es su dinero. Lo que me importa es lo que hacen con el mío. A ver si nos enteramos. Que cuando ponen el culo en el asiento ya se creen con derecho a todo. Programa, programa, programa, clamaba Anguita. No lo he vuelto a oir, con excepción de que "los programas son un tocho que no lee nadie". Je, je.

En plena II república, días antes de la insurrección militar:

¡Censura!

No mi chica, no, me dirijo a tí ministra de ¿cultura?. Verás: Hubo un tiempo, no tan lejano como para que lo hayamos olvidado quienes lo vivimos, en el que con el amparo de la ley, pues era legal, estaba prohibido hasta reunirse y había una cosa llamada censura, por la que unas personas, hombres en ese tiempo, te prohibían ver, leer, decir, hacer. Contra ese tiempo peleamos para conseguir libertad. Tuviste suerte de no conocerlo, porque de haberlo hecho no actuarías así. Verás, también hubo un tiempo en el que la cultura se fomentaba y se subvencionaba, había gentes que íbamos con la carreta o la furgoneta de ciudad en ciudad y pueblo en pueblo llevando nuestro arte y cultura y nos importaba un pimiento la SGAE y la propiedad de teatros en la Gran Vía madrileña para que se representaran musicales americanos. Y hubo un tiempo en el que los intereses de la "industria" cinematográfica se habrían llevado desde el ministerio de industria, el de las bombillas, y no desde cultura. Por cierto, no sé cómo les va a sentar a las telecos las bajas en las velocidades de navegación y otras bajas directas en los servicios, ¿o es que te crees que pagamos el internet para que nos notifique las multas la DGT?.

Para que me entiendas: si yo fuera menestra socialista de cultura distribuiría con cargo al presupuesto copias de "inside job" y defendería el derecho a navegar por internet por encima de cualquier otro interés, porque eso es la libertad, y si crees que hay que actuar contra las páginas de descargas, lo haces, y si el derecho no te llega, te aguantas, porque no puedes ir contra el derecho del ciudadano. ¿Qué será lo siguiente, sexual, ideológico, religioso?. ¡Anda que no tiene ganas otro ministerio de meterse con los anuncios de la prensa escrita, o algún alcalde de resucitar la ley de vagos y maleantes!. No, mi chica, te equivocas. Y no creas que no estoy a favor del pago, por supuesto que sí, y del acercamiento de la cultura al pueblo. Tal vez este léxico te resulte rancio, antiguo; "pueblo, derechos, ciudadano, libertad", debes saber que formaba parte, sí hablo en pasado, del lenguaje socialista; no sé si esto tampoco te suena. En fin, reina, que te veo rara, ni socialista, ni capitalista, más bien comunista al estilo Chino, un si es no es en el que lo que cuenta es la pasta y no la libertad. Lujo sin derechos. No quiero ser totalmente negativa y acusarte de censora, pero vistas tus habilidades te recomendaría que te acercaras al ministerio de economía, a lo mejor consigues cortar el acceso a las islas caimán y otros paraísos fiscales, que eso sí que es ruina económica. Ánimo bonita, espero que disfrutes pronto de una saneada pensión y te dediques a la "industria" full time y hago votos porque el titular de que "la piratería será un recuerdo del pasado" no sea extensivo a la libertad.