viernes, 20 de abril de 2012

Estación de Sants


Si no conocen la estación de Sants, en Barcelona, se la describiré de una manera nada somera. Verán: Es uno de esos sitios inhóspitos y de tránsito, en el que confluyen el metro, cercanías, lejanías y retrasos varios y donde el trasiego de personal es constante. Debe ser lo del trasiego la razón por la que los jodidos arquitectos no hayan puesto un maldito banco en el que apoyar el culo y descansar las varices, a no ser que entres en la sala de embarque a los trenes de larga distancia (en cuyo caso tienes que ir meada y cagada, porque allí no hay WC), o de que te metas a la cafetería restaurante y allí me metí.
Aunque no viene al caso, les contaré que había ido a ver la tieta, por si se apiadaba de nuestra precaria situación económica. Pero que si quieres arroz, Catalina. Sin dejarme pasar me dió con la puerta en los morros y me dijo algo sobre el repago por receta y tal y tal. Total, que al regreso decidí comer una ensalada en Sants, por tres razones: Son de tipo buffet y te hinchas; pasas el tiempo de espera sentada y, como has consumido, no te echan. Dándole a la mandibula estaba cuando llegó un musculitos de gimnasio y me dijo que si me importaba que dejara allí su troley mientras iba a por la bandeja con la pitanza, de paso se la vigilaba. "Por mí como si te fríen", pensé, pero en lugar de comportarme como la ordinaria de una vecina, que en la última reunión del portal le gritó a un moroso: "Manolo, me cago en tu padre", le dije educadamente: "Naturalmente, lo que quiera". Yo no sé qué interpretó con lo de que quiera, porque tras jalarse un platazo de carne y arroz frente a mí, al levantarse para darse el piro...
Esperen un poco que falta descripción: Última fila de mesas junto a la pared decorada con una fotografía mural de Barcelona: Fondo de mar y de izquierda a derecha la torre Agbar, las de la Sagrada Familia y las casi gemelas del puerto olímpico. El tipo, en pié y de espaldas a la pared frente a mí, entre las dos casi gemelas, se echa la mano a las joyas de su familia y descubro que las gemelas eran un trío. Allí, entre una y otra, debajo de una amplia sonrisa y bajo el pantalón, les había salido una hermanaza en todo su esplendor, esplendor que habría envidiado el mismísmo Piqué.
No sólo no supe reaccionar como la maleducada de la vecina, sino que, para empeorar mi situación, se me descolgó la mandíbula, que quedaba la altura de nueva torre, quedándome boquiabierta mientras el tipo me decía: "qué agusto te ponía sobre la mesa y te hacía ver Cuenca". Como acompañó la frase con un gesto de cabeza, tonta de mí giré la mía en la misma dirección y descubrí que Cuenca quedaba en la puerta de la cocina, por donde desaparecían los carros llenos de bandejas y restos de comida. Cuando volví la vista un mendigo se interponía entre nosotros, y la nueva torre desapareció del paisaje al que no pertenecía a alta velocidad.
Es lo que tiene el progreso, reflexioné, vamos tan deprisa que, aun teniendo Cuenca al alcance de la vista, ni me enteré.

jueves, 12 de abril de 2012

Dilema inguinal


Sé que dirán que soy una exagerada, pero les juro que estaba empezando a
depilarme las ingles, iba por la derecha que es por la que empiezo
siempre pensando que los pelos son los políticos de ese lado ideológico y
así parece que duele menos el arrancarlos; con la izquierda es como que
ya estoy acostumbrada y aunque también me dan asco parece que duelen
menos. Bueno, que estaba con la ingle derecha y la radio puesta y ahí
pegué el grito. ¿Y qué le pasó a esta, se preguntarán, que estaba
escuchando las canciones de Eurovisión?, pues no, por la chicharra
estaban hablando de las reacciones a las declaraciones de Esperanza
Aguirre de que quería devolver competencias al Estado y salió el vozarrón de Txentxo Jiménez soltando: "Si hace falta, saldremos con las lanzas. Quien quiera retroceder a la España de una y
grande a nosotros nos tendrá enfrente con todas las consecuencias".

¡Ay la leche, es la guerra", grité y luego pensé: "y yo a medio depilar. ¿Qué hago, acabo o me hago unas trenzas a lo aborigen en lado izquierdo?".
Lo sé es una reflexión de una profundidad extrema, pero pónganse en mi lugar; no es que vaya marcando tendencias, ni sea una fashion victim, pero procuro ir arregladita y conjuntada, y claro, a ver quien resulta creíble con la lanza en la mano y las ingles sin una buena mata de pelo que te arrope el parrús. Por mucho que te pongas a gritar y agitar la lanza como una posesa, el personaje se cae por abajo, por los bajos quiero decir. Unas ingles perfectamente hidratadas y depiladas no cuadran con el personaje, en todo caso entonan con un bolso de los chinos marca Lui Putton, pero no con la lanza y el escudo cavernícola. Compréndanme, siempre he sido de salir a escena con el personaje perfectamente compuesto, que luego fuera debidamente abucheada es otro cantar.
Claro que, bien mirado, puedo componer uno de esos personajes dobles, mitad hombre mitad mujer, pero en mitad pija depilada, mitad aborigen con lanza en ristre y trenzas inguinales.
¿Qué opinan?

jueves, 5 de abril de 2012

Emocionada


Sale uno y dice una incongruencia, y el resto se da por aludido por la
parte ofendida. A ver: Roberto Jiménez, vicepresidente del Gobierno de
Navarra y candidato a repetir la secretaría del Partido socialista de
Navarra ha dicho que el problema del PSN es emocional. Supongo que la
perla la suelta en contraposición a racional y lo atribuye (vuelvo a
suponer) al pesimismo por la bajada de votos, la incomprensión de la
ciudadanía por compartir gobierno con la derecha de UPN y las sucesivas
incoherencias de sus decisiones con las programáticas, que llevan a un
inevitable desencanto del electorado.
Reconocerán que la parrafada me ha quedado digna de agencia de noticias.
La que vale, vale.
Y me pregunto por qué todos los comentaristas que he
leído atribuyen el tema emocional a la ciudadanía y el racional al
susodicho, en lugar de plantearse que si el problema es emocional, es
porque hay alguienes que están obrando por impulsos y emociones, en
lugar de por la racionalidad. No sé si me explico, pero lo tengo claro.
No me doy por aludida. Sin duda la inteligencia está de mi parte y no,
por ejemplo, del consejero de vivienda Anai Astiz (PSN), que anuncia una
bajada de los precios de los pisos de Protección Oficial y demás, y
cuando casi se lo comen los promotores, pues recula y dice que el
mercado tampoco está tan mal y que no es necesaria la medida. ¿Me
comprenden? No me dejo llevar por la emoción y cagarme en alguien, bien
al contrario y de una manera racional añoro los tiempos de la
guillotina.
Atentamente suya.

domingo, 1 de abril de 2012

Por misco


Sé que no tengo perdón, pero soy así. De toda la vida. Cuando nací lo
hice al revés. Mi madre decía: "esta niña será afortunada, ha nacido con
los pies en la tierra", en cambio mi padre, que era más largo, le
replicaba que lo había hecho por joder desde el primer momento.
Bueno, que ya pasó la famosa huelga y aquí estamos, como si nada. Cruce
de cifras; amenazas veladas, o no; destrozos y al día siguiente la
juventud, hablo de Pamplona, se fué de carpa universitaria a ponerse
hasta las trancas de alcohol y lo que pudieran pillar de seso, digo
sexo, en qué estaría pensando, pero en lugar de criticar al que el
jueves destrozaba las mesas de las terrazas y se iba de botellón el
viernes, el conflicto se restringía a si la proximidad de la carpa iba a
molestar el sueño de esos nobles y esforzados deportistas del Real
Madrid, que estaban en un lujoso hotel a 300 metros de la bullanga. No
descartemos que alguno se uniera a la parranda aprovechando que si iba a
chupar banquillo, pues lo mismo chupaba otra cosa. En fin, que después
vimos en la tele cómo unos descerebrados, en el campo del Reyno se
empeñaban en quitarle una pancarta a un padre con niños que animaban al
Madrid, pero no vimos cómo otros descerebrados animaban al Real brazo en
alto y con proclamas fascistas. Después dijeron no saber dónde habían
comprado tantas entradas. ¡Juá!. Lo que tiene ser selectivo.
"Respect" es la publicidad que aparece en etiquetas y vallas publicitarias, pero no parece servir de mucho.
A lo que iba: Mira Patxi Izco, sí tú, el presidente de Osasuna, el que
alardea de estar hasta los cojones cuando le conviene, para que te
enteres, a mí que me importa una vaina el fútbol, los futbolistas y todo
el negocio que os tenéis montado (que no deja de ser otra burbuja que
va a petar cualquier día), que tampoco soy socia ni forofa y que por mí
como si os peinan, te exijo como contribuyente que eches del campo a
esos indeseables. Sí: te exijo. Te lo exijo porque estás chupando del
bote fiscal y sigues reclamando privilegios alegando lo que reportais a
la comunidad. Pues mira lo que reportais: Una mierda en pantalla.
En tu lenguaje y para que lo entiendas: el prejubilado está hasta los cojones de y yo hasta los ovarios.
Salut.
En realidad, lo que yo pretendía era decir que fuí esquirola el día 29, y que compré el pan y El País (no el Diario de Noticias, que no lo publicaron) y me tomé un café con leche con el panadero, que estaba a media persiana y temblando por si venían a chaparle el pan de sus hijos: "que yo soy autónomo", decía. No me siento culpable y no pienso imponerme penitencia. Por joder. Y la próxima huelga, a la que pueda, haré lo mismo, porque, ¿saben lo que cuenta mi vecino que todavía trabaja en la VW?, que la empresa estaba que tiraba cohetes de contento, porque tenía un excedente de vehículos y se iba a ahorrar los sueldos de los pringados huelguistas. Toxo, Méndez y demás ralea sindicalista: más manifas y menos huelgas. A ver si espabilamos.

 
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