Sí, soy insolidaria, egoísta y todo lo que ustedes quieran, que tendrán razón. Compréndanme. He leído que los carteros rurales se levantan en huelga, en legítima reclamación de sus derechos, los días de la campaña electoral, y no he podido reprimir un: ¡Olé, a ver si se les adhieren y solidarizan los carteros urbanos!.
¿Y a esta qué la va ni la viene? se preguntarán con razón. Ya lo he dicho: el puritito egoísmo. ¿Se imaginan ir al buzón y encontrar nada, y nada es ausencia de facturas, de extractos de movimientos y, sobre todo, folletos publicitarios de los partidos políticos varios que concurren a las elecciones autonómicas y municipales?. ¡Qué placer dejar de ver los llamativos colores, las frase huecas (Por tí), los caretos de las-los candidatos y las listas de elegibles con su sobrecito!.
No sé de quién habrá sido la idea, pero temo que estas reivindicaciones laborales no van a encontrar mucho apoyo popular, cuando menos hasta el 23 de Mayo y ya haya pasado la vorágine de la urna. Será la monda recibir de golpe y con retraso toda la publicidad partidista. Quien sabe, tal vez hasta la lea. Aunque dudo que consiga encontrar algo de interés, sí, porque me importa una higa el patrimonio de los candidatos, que con eso no me demuestran nada, lo que quiero es saber qué van a hacer con los impuestos, con el paro, con las infraestructuras y con sus sueldos y privilegios. Que se lo fundan en los baretos o en apartamentos de la costa me da igual, es su dinero. Lo que me importa es lo que hacen con el mío. A ver si nos enteramos. Que cuando ponen el culo en el asiento ya se creen con derecho a todo. Programa, programa, programa, clamaba Anguita. No lo he vuelto a oir, con excepción de que "los programas son un tocho que no lee nadie". Je, je.
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