Sé que dirán que soy una exagerada, pero les juro que estaba empezando a
depilarme las ingles, iba por la derecha que es por la que empiezo
siempre pensando que los pelos son los políticos de ese lado ideológico y
así parece que duele menos el arrancarlos; con la izquierda es como que
ya estoy acostumbrada y aunque también me dan asco parece que duelen
menos. Bueno, que estaba con la ingle derecha y la radio puesta y ahí
pegué el grito. ¿Y qué le pasó a esta, se preguntarán, que estaba
escuchando las canciones de Eurovisión?, pues no, por la chicharra
estaban hablando de las reacciones a las declaraciones de Esperanza
Aguirre de que quería devolver competencias al Estado y salió el vozarrón de Txentxo Jiménez soltando: "Si hace falta, saldremos con las lanzas. Quien quiera retroceder a la España de una y
grande a nosotros nos tendrá enfrente con todas las consecuencias".
¡Ay la leche, es la guerra", grité y luego pensé: "y yo a medio depilar. ¿Qué hago, acabo o me hago unas trenzas a lo aborigen en lado izquierdo?".
Lo sé es una reflexión de una profundidad extrema, pero pónganse en mi lugar; no es que vaya marcando tendencias, ni sea una fashion victim, pero procuro ir arregladita y conjuntada, y claro, a ver quien resulta creíble con la lanza en la mano y las ingles sin una buena mata de pelo que te arrope el parrús. Por mucho que te pongas a gritar y agitar la lanza como una posesa, el personaje se cae por abajo, por los bajos quiero decir. Unas ingles perfectamente hidratadas y depiladas no cuadran con el personaje, en todo caso entonan con un bolso de los chinos marca Lui Putton, pero no con la lanza y el escudo cavernícola. Compréndanme, siempre he sido de salir a escena con el personaje perfectamente compuesto, que luego fuera debidamente abucheada es otro cantar.
Claro que, bien mirado, puedo componer uno de esos personajes dobles, mitad hombre mitad mujer, pero en mitad pija depilada, mitad aborigen con lanza en ristre y trenzas inguinales.
¿Qué opinan?
depilarme las ingles, iba por la derecha que es por la que empiezo
siempre pensando que los pelos son los políticos de ese lado ideológico y
así parece que duele menos el arrancarlos; con la izquierda es como que
ya estoy acostumbrada y aunque también me dan asco parece que duelen
menos. Bueno, que estaba con la ingle derecha y la radio puesta y ahí
pegué el grito. ¿Y qué le pasó a esta, se preguntarán, que estaba
escuchando las canciones de Eurovisión?, pues no, por la chicharra
estaban hablando de las reacciones a las declaraciones de Esperanza
Aguirre de que quería devolver competencias al Estado y salió el vozarrón de Txentxo Jiménez soltando: "Si hace falta, saldremos con las lanzas. Quien quiera retroceder a la España de una y
grande a nosotros nos tendrá enfrente con todas las consecuencias".
¡Ay la leche, es la guerra", grité y luego pensé: "y yo a medio depilar. ¿Qué hago, acabo o me hago unas trenzas a lo aborigen en lado izquierdo?".
Lo sé es una reflexión de una profundidad extrema, pero pónganse en mi lugar; no es que vaya marcando tendencias, ni sea una fashion victim, pero procuro ir arregladita y conjuntada, y claro, a ver quien resulta creíble con la lanza en la mano y las ingles sin una buena mata de pelo que te arrope el parrús. Por mucho que te pongas a gritar y agitar la lanza como una posesa, el personaje se cae por abajo, por los bajos quiero decir. Unas ingles perfectamente hidratadas y depiladas no cuadran con el personaje, en todo caso entonan con un bolso de los chinos marca Lui Putton, pero no con la lanza y el escudo cavernícola. Compréndanme, siempre he sido de salir a escena con el personaje perfectamente compuesto, que luego fuera debidamente abucheada es otro cantar.
Claro que, bien mirado, puedo componer uno de esos personajes dobles, mitad hombre mitad mujer, pero en mitad pija depilada, mitad aborigen con lanza en ristre y trenzas inguinales.
¿Qué opinan?
No hay comentarios:
Publicar un comentario