sábado, 1 de mayo de 2010

En memoria de Sue.


¿Que quién es Sue?, francamente, no tengo ni idea, queridos. Únicamente ha trascendido su nombre como presunta responsable, o irresponsable, de haber concertado la entevista de Gordon Brown con Gillian Duffy y que provocó el desabrido comentario del presidente del gobierno inglés a micrófono abierto sin enterarse. Como siempre, la culpa de los errores son ajenas. Puedo aventurar que Sue ha pasado a engrosar las listas del paro de la Gran Bretaña, aunque creo que se merece un homenaje.
Lo habitual es que los políticos, presidentes, directores y mandamases en general se acaben rodeando de pesebristas agradecidos incapaces de llevar la contraria y/o plantear el más mínimo conflicto o discrepancia, cuando precisamente eso es lo enriquecedor, lo que alimenta el debate y aporta ideas. Ustedes se imaginan lo que duraría alguien del gabinete de alcaldía de Yolanda si planteara que las circunstancias para el museo de los sanfermines no son las mejores y que tal vez convendría replantear el proyecto y aparcarlo?. ¿Cuánto habría durado Sue en el entorno de Corpas sugiriendo que la idea del vuelo en licantróptero no era la mejor opción?. ¿Y en el thin (que no think) tank del Roberto, proponiendo que el seguidismo colaboracionista practicado hasta el presente no era la mejor opción pese a lo que dijera pepiño?, ¿o los nabais y sus descuadres, por ejemplo: Maiorga, ¿no crees que hay marcar claras diferencias con los violentos y dejarse de tibiezas?. Usted lo ha dicho, 15 segundos, lo que se tarda en decir: ¡¿Pero esa de parte de quién está?, a la mierda, a la puta calle!. Justamente lo que hacen los más extremistas en las cárceles o en el valle de los caídos. La práctica es tan común como la megalomanía, el narcisismo y la estulticia.
Hacen falta más Sue, hay que fomentar esos puestos de trabajo, que no es otro que el clásico del esclavo que portaba la corona de laurel susurrando "recuerda que solo eres un hombre".
Algo así pasó el jueves en el Teatro Gayarre, cuando Darío Fo mencionó la visita de la alcaldesa a su camerino antes de la función, y se armó una zapatiesta monumental de abucheos e insultos tardía y tibiamente contestados con aplausos por parte del público. Los próceres no acaban de saber con quién se juegan los cuartos y con tal de sacarse la foto con el premio nobel se arriesgan a que les saquen los colores desde la escena. Allí estaban, Corpas incluído, viendo al comunista que nunca ha renunciado de sus principios, riendo su humor sobre políticos italianos, incapaces de verse reflejados en lo que llegaba desde el escenario.
No aprenderán nunca. ¡Viva Sue!.
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Gordon/Brown/tiene/mal/dia/elpepuint/20100428elpepuint_15/Tes

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