
En cuanto a tí, homicida, despreciable sujeto, quiero que sepas que, en lo que a mí concierne, voy a hacer todo lo posible para que no se olviden tus actos horribles, y en especial cuando salgas de la trena. Estoy segura de que a tu celda llegarán cartas de admiradoras y de gentes comprensivas con tus increíbles disculpas, estoy segura de que aprovecharás tu tiempo y estudiarás un par de carreras, olvídate de ejercer la psiquiatría, habría que estar muy loco para confiar la psique a un homicida. Y estoy casi segura de que emigrarás, quien sabe si al Perú de tus ancestros, o a algún otro remoto lugar. Pero ten la convicción de que yo haré lo imposible para que cuando alguien teclee tu nombre aparezca tu historia, que, como sabes muy bien, nunca podrás borrar.
Con mi mayor desprecio.
PD: Tu actuación y ataque de ansiedad durante la reconstrucción es pésima. No has aprendido mucho en la cuarta planta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario