jueves, 28 de octubre de 2010

Malestar social


Corríjanme si me equivoco, porque esperaba una reacción algo más contundente a la noticia: El juez atribuye la baja de una trabajadora a la tensión por los cambios 'a dedo' en Bienestar Social. La vincula al "grave conflicto laboral" de 2008, tras el reajuste que UPN hizo en el área y que supuso la destitución de tres coordinadores del área, entre ellos la afectada, para poner a dedo a dos subdirectores afines. El TSJN, que ratifica otra sentencia de mayo, dice que el trato a la funcionaria "puede afectar a la integridad psicológica" .
La cuestión es que ha pasado una semana desde que apareció publicada y no he leído nada más. Ni grupos políticos, ni sindicatos, ni medios de comunicación han demostrado más interés en el tema.
Es anacrónico que un departamento denominado "Bienestar Social" reciba un varapalo judicial de este calibre y es alarmante que no tenga mayor repercusión, ni se pidan explicaciones, ceses, dimisiones y lo que sea menester. Todo sigue igual. Y eso que estamos en plena precampaña electoral, con presentación de candidatos y parafernalias varias. Luego nos harán propagandas biempensantes, igualitarias, emotivas, mientras leemos noticias sobre el retraso en el reconocimiento de la dependencia. No es sorprendente la campaña de acoso al funcionario, parece que todo vale y a nadie importa. Se ha buscado un chivo expiatorio casi perfecto, auténtico maquiavelismo, pero no olviden a Niemoller: Primero vinieron a por los comunistas, Y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron a por los judíos, Y yo no hablé porque no era ...

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