¿PARQUE? DEL RUyNA

Estaba comprando bacalao para hacer ese rico rico ajoarriero, tan sanferminero por otra parte, y surge la charleta sobre las barracas y su periplo escandaloso. Comentaba una clienta, fan incondicional de Yolanda, que con lo que se sacaba de los puestos barraqueros ya daba para rehacer el parque y reponer la hierba y lo que haga falta. Mentalidad de nueva rica sin dinero. Con un Ayuntamiento deficitario, ¿son razonables estos dispendios?
Se hace un parque con vocación de aparcamiento inundable y se reconvierte en feria. Francamente, creo que nunca haré carrera política, tampoco lo intento no vayan a pensar, mi lógica funciona con un criterio distinto, y mi moral también. Supongo que habrá empresas de mantenimiento agradecidas.
Voy a ser mala. Muy mala. ¿Por qué preservar la joya de la corona, la Vuelta del Castillo? Total, con lo que paguen los barraqueros se vuelve a reconstruir y tan campantes. Para que la vallen los de protección civil y la siembren de naranjitos inoperantes, qué más da que instalen la noria. Ya hubo un precedente con los fastos inaugurales de la estación de autobuses, esa que no consiguen que tenga una galería comercial atractiva y de paso obligatorio y más rentable. Por no tener no tiene ni rótulo. ¿Pa qué, si total los de los pueblos ya saben ande está?.
Total, que no me he podido contener y me he ido a las barracas esta tarde, pero como soy de culo inquieto me he acercado hasta ese despoblado a donde han mandado a ¿residir? a los barraqueros, en Trinitarios, a un paso como quien dice de su puesto de trabajo. Junto al puente peatonal. Una zona en obras por los nuevos viales y sin los servicios mínimos. Menudo escupitajo en la jeta de esta gente. La van a purgar, su afrenta digo, a la doña. Por ponerse chulos. Gracias tenían que dar por venir a hacer negocio al villorrio y disfrutar de unas fiestas sin igual.
A veces me siento como Mrs. Lovett:

Esto son musicales y no los pasteles edulcorados que nos trae el tándem Luri-Aranaz. ¿Por qué no lo contrataron la temporada pasada?. El musical más premiado dirigido por Mario Gas estuvo en el Arriaga, pero aquí... Lástima. Una más.