Cada loco con su tema

Lo cantaba, lo canta, Serrat: "Cada uno es como es, cada quien es cada cual" .
Me lo dice el de la regulación, futuro prejubilado:"Pero que puta eres Paqui", y sí, qué le vamos a hacer. Leo lo de las encuestas esas, más falsas que Judas, del Meetic.com, y no me identifico con nada, especialmente con los famosos de mis sueños. A ver: Ni el Pitt, ni el Clooney, lo que no quiere decir que si se pusieran a tiro no quisiera comprobar la calidad del tejido. Pero que no. A mí los que me ponen son, bueno vamos a empezar por los que no: & the winner are: Joan Ridao, por "Fashion machista victim": aseguró hoy que la ministra de Economía "no es Margaret Astor ni la Señorita Pepis porque, por mucho que se ha esforzado, no ha podido maquillarlos (los presupuestos del 2010)". Roberto Jimenez: por "En busca de la luz": -recriminó al presidente Miguel Sanz no haber presentado "ni una sola medida de austeridad" y denunció que la política del Gobierno da "bandazos"-, pero también tendió la mano a UPN para la colaboración y, además, agradeció a los regionalistas el "talante" demostrado para negociar las medidas fiscales y los Presupuestos. Advirtió de que "la paciencia tiene un límite". "Y la nuestra está apunto de colmarse", subrayó. Maiorga: por "Charlando con mi enemigo", y además por pelirrojo. Miguelico: por "En la balsa dorada", porque ya está mayor y no me pone nada, nada, nada, ni aunque tuviera 20 años menos. Yolanda: por "¿Qué fué de baby C?". Los Arnaldos: por "Huída imposible". Santiago: por "No quiero un retorno a la aldea". Ion: por "Mi hermoso negocio familiar".
Podría seguir, pero es que la lista es interminable, además de verdad, ¿han visto todo lo que hay?.
Vamos con los que sí: Firme candidato en cuanto me lo eche a la cara: Juan Moscoso, que leo acaba de ser padre, por "La mano que mece el carrito". Estás advertido.
Verán, yo soy depredadora natural de papis primerizos. Me vuelvo loca y se me disparan los estrógenos en cuanto veo uno empujando el cochecito. Atisbo el parque desde mi ventana, y, en cuanto localizo uno nuevo, me bajo a comprar otra barra de pan. Digo nuevo, porque los otros ya me conocen y se produce una desbandada en cuanto aparezco. Mejor, así me dejan la presa sola. Me acerco melosa, con el pretexto de mirar al bebé y soltar cuatro cuchi cuchi y un qué monada, al objeto de entablar conversación con el autor de la criatura, observándole detalladamente, analizando sus reacciones, deleitándome en el olfateo de la presa, disfrutando como una perra con esa mezcla de olores a colonia de bebé y after shave con andrógenos, y, a la menor oportunidad, a la cazuela. Yo soy así. Despúés no, ya no, dejan de interesarme. Lo mismo que los papá conejo, esos que van con una recua agarrados a sus pantalones, qué espanto. O esos otros que, mano al bolsillo, hacen ostentación de sus dotaciones.
Están advertidos: si se encuentran dentro de esos parámetros estadísticamente cuantificables de: morenito, padre primerizo y solo por mi parque, tal que el de la foto, son susceptibles de pasar a engrosar mis gráficos de quesitos, que no son, ni de lejos, los de Rajoy.
Qué Meetic ni Meetic.