sábado, 21 de mayo de 2011

Agitadores


Empiezo a entender el origen de la protestas del movimiento, o lo que sea, 22M. Aunque IU se haya empeñado en atribuirse la representatividad, a buenas horas mangas verdes, el Tribunal Supremo los pone en su sitio, que no es otro que el de aquí usted no pinta nada, Cayo Lara, en cuanto a recurrir las decisiones de la Junta electoral central sobre las manifestaciones y concentraciones. Es el el problema de esta organización política, que no se da cuenta de que ya no pinta nada y que con salir criticando a todo lo que se menea y subiéndose a carros que no son suyos no van a conseguir gran cosa.
Los que sí andan detrás, a la chita callando y sin que se note, son los de la Iglesia católica, y en consecuencia la derecha, que no dicen que representan, sino que entienden las protestas que les son tan útiles y critican el deterioro de imagen y suciedad que dan los acampados. Los desarrapados nunca les han gustado mucho. Gallardón los quería hacer desaparecer del Madrid de sus amores no hace tanto. ¿Que los católicos no tienen derechos?. Claro que sí. Pero que no se escondan entre el tumulto.
Ignoro lo que va a salir, si sale algo, de esa "asamblea", pero quiero dejar bien claro que a mí no me representan. Que solo se representan a ellos mismos, y que aunque puedo estar de acuerdo en bastantes cosas que propugnan, esas no son maneras.
Hay dos cosas que me preocupan, no me quitan el sueño, de este asunto y son: La tibieza con la que ha actuado el Gobierno de España a la hora de consentir la concentración, para no liarla parda disolviendo a los acampados. Allá ellos sentando precedentes y agravios comparativos. Que luego no se quejen si otros quieren hacer lo mismo y reclaman el mismo trato.
La otra es la pérdida del sentimiento de respeto a la ley y de la igualdad ante la misma. Sí, porque a otros les habrían corrido a gorrazos hace tiempo y porque si la ley no se respeta por la voluntad, lo mejor es cambiarla, o eliminarla. "La costumbre hace ley". Pues hala, con todas las consecuencias. Anda que no ha habido avisos de "insumisión" ante leyes que no gustan.
Naturalmente ahora tengo que justificarme. ¿Pero esta qué quiere, que les abran la cabeza a los asamblearios; cargarse el derecho de manifestación, reunión, libertad de expresión, y todos los ón?. Pues no. Ni quiero cargarme los derechos que tanto costó conseguir, ni que a nadie le partan la cara. Pero aún menos quiero que un gobierno legítimo y una democracia peligren por el descontento y la manipulación de unos cuantos. Además, por parte de los de siempre.
Sería la monda que, al cabo de los años, triunfara el conductismo de Skinner y Walden dos. Juá. Corro a hacerme una corona de margaritas, que es fruto de temporada.
Pienso que de estas asambleas no saldrá nada, porque cualquier grupo organizado que surja está condenado a organizarse, a tener representantes y, en definitiva, a corromperse y defraudar. La vida misma. Tal vez saquen el chocolate del loro. ¿Será suficiente?.
He dicho.

1 comentario:

  1. soy tan catolico como Tomas Moro o como Camilo torres, como Ellacuria, Monseñor romero, el tio del Pozo Raimundo o Leonardo Boff, pero no seas conspiraparanoica, los unicos que pueden organizarse en el totum revolutum del catolicismo, son los opusianos y me parece que hay entre ellos una cantidad igual a cero absoluto.
    Lo que si que fue acoñonante fue el movimiento insumiso, multidisciplinar, heterodoxo, eclectico perfectamente organizado e independiente entre si. No hubo madre que lo capitalizase ni absorviera y con toda su eclectica independencia tumbó una ley. A ver que hacen estos niños...

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