sábado, 28 de mayo de 2011

A la mierda

Ya sabemos lo que es no haber nacido en el Paseo de Gracia. No formar parte de la crema selecta de la catalanidad, te convierte en una outsider indigna del mínimo respeto, una rijosa contestaria y greñuda a la que hay que apalear. Nadie va mucho más allá en el análisis del rechazo a lo diferente, a lo que se desconoce, a lo que se teme.
Que el desalojo se iba a producir un día u otro estaba cantado. Que la situación de la acampada es insostenible a largo plazo, también. Lo que sí cabe esperar de los "administradores" es un mínimo de saber hacer, porque el uso indiscriminado de la violencia contra ciudadanos desarmados y pacíficos es una vergüenza. Pretender que los acampados se vayan por el mero hecho de empezar a porrazos es de una falta de profesionalidad policial indignante en quien se gasta un dineral en formación y equipamiento. Abrir las cabezas a porrazos y ver correr la sangre, en una situación de indignación generalizada, solo puede provocar un efecto llamada. Y eso es lo que han conseguido. Más indignación. Miren: la imagen de la ciudad, el turismo que nos visita, el comercio que se resiente, y el "no puedo ir tranquila con tu tía Montserrat a merendar", no son argumentos suficientes para no hacer las cosas con inteligencia, con el mínimo daño posible y sin soliviantar al personal. Ejemplos no faltan. Por todo esto, señor Artur Mas, president de la Generalitat, pido su dimisión inmediata e irrevocable. Porque ha demostrado usted, y no el conseller en cap de interior, el señor Puig, ser un incompetente, aunque en su casa le digan que es el más guapo de la nació y que ya era hora de expulsar al charnego. Váyase, señor Mas. Váyase al Eixample. Váyase a deleitar con las vistas de la casa Batlló. Váyase con su oligarquía nacionalista que no merece ser llamada democracia. ¡Vergonya!

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