viernes, 4 de marzo de 2011

Mil rayos


Encantada de la vida, como una palurda, di un salto de mi trolley y me lancé a pregonar la buena nueva: Nos bajan un 5% el transporte público. El prejubilado me miró desde su distancia analítica y me preguntó: ¿La Mancomunidad, que se va a gastar más de 16 millones en la compra y rehabilitación del convento de las Salesas para hacer su sede va a bajar los precios, con la que está cayendo?. No, mi amor, le respondí, el gobierno de España va a bajar las tarifas del metro y cercanías para fomentar el transporte público, que está la cosa muy malamente para andar en coche derrochando gasofa. El interlocutor me miraba con cara de incredulidad y me espetó: Pero si aquí no tenemos de eso, que estamos en la periferia provinciana, bonita, que ni tranvía ni metro bus, que sale caro según dicen esos estudios tan poco baratos que hacen de encargo. No bebas más, reina.
Con eso me quedé; por eso, al ver que las comunidades que tienen esos sistemas de transporte le dicen al ministro "que haga el favor de no invitar a café a los ciudadanos si lo van a tener que pagar ellos", vi la luz, no la de las luminarias que quieren cambiar a doblón, que dicen que los led son de ahorro. Y me pregunto si las que nos bañan de luz amarilla no son también de bajo consumo. Hombre, igual consumen más que las otras, pero a menudo precio la bombilla. Claro, que si lo dicen los expertos, será. Desde mi burrez, aprovechando las propuestas, le he soltado al del mando a distancia que el ministro dice que hay que cambiar los neumáticos para ahorrar combustible, por consiguiente (que decía González), si me compro unas botitas que tengo fichadas, andaré mejor y consumiré menos energía, con lo que podemos quitarnos los yogures y ahorrar. ¿No te parece maravilloso, tesoro?. Como toda respuesta ha cambiado de canal y me ha dicho que la tele que compramos con el cambio a la TDT se ha quedado obsoleta en menos de un año y que no vemos la alta definición y consume mucho, que con una de LED en 3D iba a ver hasta los granos de los futbolistas.
Creo que en nuestro hogar necesitamos un serio plan energético. Voy a ver si le convenzo de cambiar el reloj de mi muñeca, que se quedó sin pila hace un tiempo, por uno de esos que se cargan de energía con la luz solar. Son caros, pero y lo que te ahorras en pilas, qué.

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