De elecciones

No sé por dónde empezar, ¿la ¿victoria? del PP?. Mayor Oreja lo celebra dándole la razón al spot del PSOE: la culpa la tiene ella. Dice Oreja que la culpa de la crisis la tenemos nosotros por haber vivido por encima de nuestras posiblidades, a partir del minuto 03:50:
En el fondo no le falta razón. Quisimos tener una casa propia para no acabar debajo de un puente o en una chabola dándole gracias al señorito cortijero, y comprar coches y objetos, e ir de vacaciones, viajar, conocer, estudiar, mejorar nuestra condición social, formarnos y competir laboralmente. Pero nos olvidamos de nuestra condición, de nuestra clase social, de nuestra casta proletaria, de nuestra auténtica obligación: Dar beneficios a las empresas y contribuir con nuestros mediocres ahorros a los beneficios de la banca. Entramos al trapo de los nuevos ricos y nos hemos cargado el sistema. Y habla también del esfuerzo, de la cultura del esfuerzo, él que tiene las estadísticas más bajas de trabajo en el Parlamento Europeo. Él, que ha hecho una campaña escondiéndose a la sombre de Rajoy, silenciado por su partido por radical. Una vergüenza más. Estos días se ha hablado tanto de las elecciones, la democracia, el derecho y la obligación del voto, que la auténtica reflexión es si realmente este es el sistema menos malo. Me gusta una reflexión con la que acaba Vicente Verdú un post de su blog:
"¿No votar sería incumplir un deber ciudadano? ¿Cómo no advertir que ahora, cuando depositamos otra vez la papeleta (con tanta mansedumbre con tanta candidez, con tanta inercia irresponsable) volvemos a dar nuestro respaldo a esta degradada especie política, el grupo considerado popularmente, "electoralmente", como el más corrupto de la organización social?"
VICENTE VERDÚ